Para elegir cual cámara utilizar en un sistema de video
vigilancia debemos analizar dentro del amplio abanico de productos ofrecidos
actualmente cual es el modelo de cámara que resulta más conveniente para cada
entorno de instalación en particular.
Así pues, la primer gran opción es definir si conviene una
imagen en blanco y negro, color o día/noche. Obviamente, en este mismo orden,
es también el incremento del costo.
El propósito del sistema es lo que condiciona
fundamentalmente una u otra tecnología. En este punto, junto al cliente, es en
el que más atención debe ponerse, de manera de acotar las expectativas del
mismo y dejarle bien en claro cuáles son las limitaciones de cada tipo de
sistema.
No es infrecuente escuchar que un cliente asume que el sistema
que adquirió puede cumplir con determinadas funciones cuando en realidad el
sistema instalado nunca podría cumplirlas. El primer punto es saber si la
vigilancia requerida por el cliente es centralizada o distribuida
geográficamente. Si lo que necesita monitorear es una planta, galpón u oficinas
donde las cámaras no están más lejos de los 200 a 300 metros de la sala de
monitoreo (o del lugar donde se centralizará el cableado), entonces la solución
más aconsejable, en términos de prestación y costo, es un servidor DVR de la
capacidad apropiada, que procese las imágenes de cámaras analógicas, cuyas
características analizaremos más adelante. Si lo que se requiere, en cambio, es
monitorear una cadena de locales, en la cual cada local incorpora dos cámaras (generalmente
una cámara en la caja y otra mirando la entrada) y se trata de varios locales
que deben ser monitoreados desde un centro único vía Internet, entonces la
opción de instalar un servidor DVR en cada punto a monitorear resultaría por
demás costosa.
Hay que tener en cuenta que los sistemas DVR son más
económicos cuanto más canales de video de capacidad tengan, por lo que para
pocas cámaras la solución más conveniente en términos de prestaciones y costos
es la de cámaras IP. Es necesario aclarar que no existe un sistema “bueno,
bonito y barato”. Quizá con el avance tecnológico algún día se diseñará un
sistema capaz de cumplir con todas las funciones y requerimientos conocidos,
pero por el momento hay que buscar la opción más conveniente para cada caso.
Con esto trata de explicarse que si se optara por un sistema de cámaras IP y el
cliente tiene la expectativa de tener una grabación 100% confiable de las 24
horas de todas sus cámaras, la vulnerabilidad de este sistema pasa por los
vínculos de enlace (prestados generalmente por los proveedores de Internet).
Si se quiere grabar localmente hay que instalar un servidor
de grabación en cada local, ya sea un DVR para cámaras analógicas o un NVR si
se trata de cámaras IP. A la hora de sacar cuentas, cuando se trata de varios
locales, la opción de cámaras analógicas más una DVR resultará -por costo y
prestación- la más conveniente. En la actualidad existen cámaras IP de muy bajo
costo. Sin embargo, éstas, por calidad de imagen y compresión de los datos a
trasmitir por red, no son las más convenientes. Como contrapartida hay
excelentes cámaras IP, pero aún los precios no resultan lo suficientemente
competitivos frente a una solución analógica digital. ¿Qué sucede cuando en
lugar de instalar solo dos cámaras hay que incorporar 10, 20 o 30 cámaras en un
predio? ¿Y si, además, el cliente ya cuenta con una red de cableado
estructurado lo suficientemente bien diseñada como para soportar el trafico de
video IP? En este caso habría que “afinar al lápiz”, pero es muy probable que
el ahorro ocasionado por el cableado dará que un sistema de cámaras IP más un
NVR sea lo más conveniente.
Pero por otra parte,
hay que tener también definido si se requiere una visión en condiciones
normales de iluminación o en condiciones extremas, ya sea tanto en la oscuridad
absoluta como a pleno sol en verano, con un reflejo de frente a la cámara.
Existen numerosos factores que determinan la performance de la iluminación
infrarroja y los sistemas de detección de video. Las distancias de iluminación
son especificaciones que surgen de un promedio calculado bajo varias
condiciones. Por ello, las distancias especificadas en las hojas de datos deben
ser tomadas solamente como una guía, recomendándose una prueba en sitio como
único método válido para determinar los requerimientos necesarios.
Las hay con
iluminador infrarrojo tanto de interior como para exterior y con lentes
intercambiables, por lo que no el campo de acción es bastante amplio y debe ser
tenido en cuenta a la hora de preparar el diseño del sistema y su consiguiente
presupuesto. También es necesario aclarar que existen cámaras ocultas,
disimuladas dentro de sensores PIR o sensores de humo y también se ofrecen en
el mercado cámaras de variada resolución. Todos estos detalles deberán ser analizados
en función de las expectativas y objetivos del cliente sobre el uso que le dará
a su sistema de CCTV.
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